En Oaxaca, uno de los estados más pobres de México, los desechos de tetrapak y plástico reciclable PET no son basura, sino el ingrediente principal para construir pequeñas casas de bajo costo.
El proyecto, creado por un grupo de jóvenes, pretende ser una alternativa para miles de personas, la mayoría indígenas, que habitan en chozas de madera o láminas metálicas.
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Las casas cuentan con dos habitaciones, instalación eléctrica, techo que capta la lluvia, una terraza y un inodoro seco, que no utiliza agua para reciclar los desechos.
Estas viviendas se construyen por completo en seis días, y generalmente quienes las hacen son las familias beneficiarias con ayuda de estudiantes
Rodrigo Arnaud Bello, director de la organización civil Techamos una Mano y creador del proyecto sostiene que
"Para los chavos (jóvenes) es muy atractivo, les hace click inmediato de la realidad social de Oaxaca. Se genera un vínculo de ciudadanía",
Tan sólo en la capital del estado, al sureste de México, existen unas 19.000 familias que habitan casas de lámina metálica.
El gobierno local emprendió, junto con la organización de Arnaud, un programa para construir viviendas de tetrapak para madres solteras o personas con alguna discapacidad física.
El costo total de cada casa es de unos US$4.000, la mitad que el promedio de viviendas similares construidas con cemento y ladrillo.
Construcción
El primer paso para construir estas viviendas es elaborar marcos de madera a los que se engrapan por ambos lados los envases extendidos y limpios de tetrapack.
El hueco de enmedio se rellena con envases vacíos de PET, preferentemente en buen estado. Los marcos se unen a pilotes de madera anclados a un piso de concreto para formar los muros.
Encima se coloca un techo de polietileno expandido, y después a los muros se añade una malla similar a la utilizada en los gallineros. Las paredes se cubren después con una capa de cemento, y al final se pintan.
En cada una de estas casas se utilizan unas 4.200 cajas de tetrapack, así como 5.000 botellas de PET de medio litro de capacidad que son más que un relleno.
El aire que se mantiene dentro de los envases se calienta al contacto con el sol, y por las noches conserva el calor del día. Esto permite una diferencia de temperatura de hasta 8 grados centígrados entre la vivienda y el exterior.
"Es muy distinto a las casas de lámina que no te protegen del clima. No reúnen las condiciones adecuadas para vivir",.
Las casas construidas con material de desecho son tan resistentes como una vivienda normal. Cada metro lineal de muro resiste 2 toneladas de peso.
Pero lo más importante es el beneficio social que conllevan, insiste. Los estudiantes que participan en la construcción reciben clases de educación ambiental, pero además conocen de cerca la marginación que padecen millones de personas en el país.
La organización ha construido viviendas de tetrapack y PET en barrios marginales de la capital de Oaxaca, y en varias comunidades indígenas.
Todas se entregaron a familias marginadas, con ingresos menores a US$9 al día. Hasta ahora se han construido 17 casas, y aunque el Ayuntamiento de Oaxaca financiará otras 25, Arnaud ha recopilado unas 100 solicitudes.
Bueno esa es la historia que queria compartir con Uds... en realidad me asombra el compromiso social de gente tan joven..estas cosas me hacen pensar que el mundo no esta tan mal como todos creemos no?